Dos bomberos del Parc de Plafrugell (Baix Empordà) están ingresados en estado grave en la unidad de vigilancia intensiva (UCI) del Hospital Doctor Josep Trueta de Girona a causa de una intoxicación alimentaria. La Agència de Salut Pública de Catalunya (ASPCAT) sospecha que los bomberos pudieron ingerir alimentos contaminados por una toxina botulínica.
Los bomberos compartieron una comida casera con siete compañeros más mientras estaban de guardia en el mismo parque. De las nueve personas expuestas sólo dos han desarrollado los síntomas. Estos síntomas se iniciaron lunes por la noche, y los dos fueron martes al servicio de urgencias del Hospital de Palamós. Desde allí fueron derivados al Trueta.
Tradicionalmente los brotes de botulismo se han asociado al consumo de conservas caseras, carnes curadas o fermentadas, el pescado con tratamientos leves de conservación, productos envasados al vacío, semiconservas vegetales y aceites aromatizados con hierbas y otros condimentos.
El cuadro clínico del botulismo empieza por una fatiga intensa, debilidad, vértigo y después visión borrosa, sequedad de boca y dificultad para ingerir alimentos y hablar. Esta enfermedad también puede producir debilidad en el cuello y en los brazos, y afectar posteriormente los músculos respiratorios y los músculos de la parte inferior del cuerpo.
Salut Pública está a la espera de la confirmación oficial mediante test diagnósticos, ya que ha enviado muestras de los pacientes al Instituto Carlos III de Madrid para resolver si se trata de dos casos de botulismo, una enfermedad poco frecuente pero con alta probabilidad de muerte si no se detecta a tiempo.
El último brote declarado en Cataluña por botulismo fue en el 2011 cuando se intoxicaron cinco miembros de una misma familia.
Fuentes: elpais.com; ara.cat; Sala de premsa Generalitat de Catalunya