Las enfermedades de transmisión alimentaria son uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial. En un mundo globalizado y con una agricultura cada vez más industrializada, garantizar la inocuidad de los alimentos supone un reto muy importante.1
Además, factores como el aumento de la resistencia a los antimicrobianos acentúan esta problemática. Los microorganismos tienen una gran capacidad de adaptarse a diferentes medios y ambientes, así como de adquirir y transmitirse entre sí resistencia a los agentes antimicrobianos. Esto hace que sea más difícil poder eliminarlos eficazmente.2
Por estos motivos, en la industria alimentaria resulta fundamental llevar a cabo controles microbiológicos estrictos a lo largo de toda la cadena de proceso, pensando siempre en buscar la máxima seguridad para los consumidores.
Métodos tradicionales vs métodos alternativos
A la hora de detectar microorganismos patógenos podemos utilizar métodos tradicionales o métodos alternativos. Los métodos tradicionales suelen ser los métodos normativos. Sin embargo, normalmente requieren mucho tiempo y más pasos a seguir, por lo que aumenta la probabilidad de cometer algún error durante el proceso, así como el riesgo de contaminación. Es el caso, por ejemplo, de los métodos basados en la utilización de medios de cultivo estándar.
Por otra parte, los métodos alternativos son métodos con una sensibilidad igual o superior a los métodos normativos, y que permiten obtener resultados más rápidos. Se trata además de métodos fiables, ya que deben pasar previamente un proceso de validación.
Entre ellos encontramos, por ejemplo, los medios de cultivo cromogénicos, los métodos moleculares o los métodos inmunológicos. Los primeros incorporan unas sustancias cromógenas en su composición que producen color en presencia de determinadas especies de microorganismos. De esta forma la lectura de las placas es muy fácil. Por otro lado, los métodos inmunológicos, como los test ELISA, se basan en la unión específica antígeno-anticuerpo para la detección de patógenos. Además, son técnicas muy versátiles, ya que pueden llevarse a cabo de forma manual o automática. Por último, las técnicas moleculares permiten una detección del ADN del microorganismo presente en la muestra, por lo que se trata de los métodos más específicos.
En Bioser te ofrecemos las mejores soluciones para el análisis microbiológico
Debido a su alta sensibilidad y a que permiten una fácil identificación visual de los microorganismos, los medios de cultivo cromogénicos permiten reducir la necesidad de subcultivos o de pruebas de confirmación. Esto los convierte en opciones muy eficientes. Desde Bioser ponemos a tu disposición una gran variedad de medios de cultivo cromogénicos, que te permitirán la detección de microorganismos como Campylobacter, E. coli, Salmonella, Cronobacter o Listeria entre otros.
También te ofrecemos soluciones basadas métodos moleculares, como el 3MTM Sistema de Detección Molecular, una gran opción para empresas o laboratorios que necesitan resultados precisos y en poco tiempo.
REFERENCIAS
1. OMS. Inocuidad de los alimentos. Fecha de acceso: abril 2021. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/food-safety.
2. Agència Catalana de Seguretat Alimentària. Resistencia a los anitimicrobianos. Fecha de acceso: abril 2021. Disponible en: https://acsa.gencat.cat/es/seguretat_alimentaria/seguretat_alimentaria_per_temes/resistencia-als-antimicrobians-amr/.